Uno de los mejores premios que un profesor puede tener es el reconocimiento de sus alumnos. Esto ya lo sabíamos, pero si a eso le añadimos la organización de una cena... y además esta se realiza en un txoko y con "sukaldaris (laguntzaileak barne ;-)" de aquí... eso ya es "lo máximo".
Con estas líneas quiero agradecer a todos los alumnos del curso, por el esfuerzo realizado para seguir las clases, por el gran ambiente, por el interés mostrado, por el compañerismo que ha habido,... Con todo esto, dan ganas de suspenderlos a todos con el fin de que puedan repetir el curso y volvernos a ver nuevamente en el aula.
Para mi, esta que ha sido mi primera experiencia en las Aulas de la Experiencia, ha supuesto todo un descubrimiento y me siento muy afortunado por poder participar en estas aulas llenas de personas que no se cansan de aprender. Un auténtico placer.
Mila esker.
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martes, 27 de enero de 2009
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2 comentarios:
Gracias por los elogios; pero no nos suspendas. Podríamos suspender a los cocineros, para que repitan la cena.
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